EFECTOS EN LA SALUD:
Esta dieta es una más de las que se denominan cetogénicas, es decir, dietas que entre otros cambios metabólicos promueven la liberación de cuerpos cetónicos. La presencia prolongada de cuerpos cetónicos en la sangre ocasiona cetosis. La cetosis es un estado del organismo que se produce cuanto este no tiene suficientes hidratos de carbono para obtener energía y comienza a utilizar las grasas para obtener energía.
En estado de cetosis, el cuerpo quema la grasa y, al convertirla en energía para funcionar, el hígado y los riñones generan unas sustancias llamadas cuerpos cetónicos. Estos cuerpos cetónicos son expulsados en la orina y el aliento. El resultado suele ser una pérdida de peso al consumir el cuerpo las reservas de grasa más rápidamente.
Algunos síntomas de la cetosis pueden ser:
- Presencia de cetonas en la orina, aumentando el olor de esta.
- Halitosis, al eliminar los cuerpos cetónicos por el aliento.
- Dolor de cabeza y/o mareo, debido a la escasez de glucosa para que el cerebro la utilice.
- Deshidratación.
CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES:
Una dieta Atkins típica se caracteriza por un desequilibrio en el aporte de nutrientes, según las Ingestas Diarias Recomendadas (IDR) para la población adulta.
EFECTOS METABÓLICOS Y FISIOLÓGICOS:
Como se ha mencionado antes, el efecto metabólico más notable a consecuencia de la dieta Atkins es la cetosis, ya que en el caso de sujetos con diabetes tipo 2 que han seguido una dieta baja en glúcidos, la concentración plasmática de cuerpos cetónicos se incrementó desde 130 mol/l hasta 653 mol/l. En el caso de sujetos sanos, estos niveles plasmáticos no sólo se incrementaron, sino que incluso permanecieron más altos cuando abandonaron la dieta. Otros efectos son la reducción del apetito, hasta el punto de que se ingieren 1000 kcal/día menos. Contrariamente a lo esperado, se ha señalado que los sujetos que siguen este tipo de dietas han reducido los niveles plasmáticos de triglicéridos y de lipoproteínas VLDL.
Finalmente, y en cuanto a la reducción del peso corporal, ésta se debe a la pérdida de agua en sus primeras fases y a la pérdida parcial de grasa corporal cuando se prolonga la dieta. Cuando se siguen las dietas bajas en glúcidos durante períodos de tiempo reducidos (no más de 3 meses), la pérdida de grasa varía entre el 4,5 % en sujetos normales y el 20% en sujetos obesos. Esta es una de las razones por las que se han propuesto las dietas bajas en glúcidos para el tratamiento de la obesidad.
A pesar de los aparentes defectos de la dieta Atkins en particular, y de las dietas cetogénicas en general, aún persiste la susceptibilidad en la comunidad científica. Algunas de las razones para ello es que los estudios realizados sobre sus posibles beneficios (y posteriores perjuicios) son de corta duración o que, a largo plazo, no son más eficaces que las dietas convencionales para reducir el peso.
Finalmente, no existe un consenso científico claro del hecho que las dietas bajasen glúcidos sean más eficaces para tratar la obesidad o ciertas enfermedades asociadas a la resistencia insulínica. Para esto último parecen más útiles las dietas de bajo índice glucémico basadas en bajo contenido de azúcares simples y ricas en fibra dietética.
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